Tierra de intensos poetas,
de ilustres letras del alma,
tierra de fuego y de estrellas:
terruño de gozo y alba,
de rosicleres hermosos,
de notas y de romanzas,
de florilegios, versales,
de sentires y nostalgias.
Lares de tantos desvelos
inspiraciones, veladas,
vigilia de tantos versos,
alusión a la esperanza
y al compartir cotidiano,
a la entrega solidaria,
al consuelo desmedido
y al poder de la palabra.
Tierra de instantes, motivos,
de recuerdos y añoranzas,
tierra de fruto y cosecha,
confidente en la plegaria
y hacedora de caminos
que son senderos que calman,
que ofrecen casa y asilo
y esplenden en las mañanas.
Requiebro de luna llena,
momentos donde se clama
con la fuerza del tintero
y el fulgor que irrumpe el alba,
sus quimeras, sus caricias
y los adagios que ensalzan
lo mejor del pensamiento
y el amor que lo engalana.
Aimée Granado Oreña
Gota de Rocío Azul