El tiempo nos enseña lecciones con matices,
rebusca laberintos de amores y palabras,
consuela en la distancia, nostalgias y deslices
y exime en los fracasos de incógnitas macabras.
Es cierto que la impronta revela sus grandezas,
lo noble se desnuda, no hay sombras que atenacen,
la vida escruta insomnios, desvelos o simplezas
y alcorza los detalles de estíos que renacen.
El mundo desconcierta, atrapa en la censura,
las noches confidentes placeres nos inspiran
y abrazan las esperas cual gozo que conjura.
Invaden los espacios las letras que deliran,
idilios entretejen su épica aventura
en tanto entre silencios adagios nos suspiran.
Aimée Granado Oreña
Gota de Rocío Azul