Desconsuelo,
quisiera hoy inspirarme,
mirar tras mi ventana
y augurar prosperidad.
En lo incierto,
la odiosa incertidumbre
nos deja sus estigmas
y nos domina en su ansiedad.
Busco esa mirada sostenida
que motive mi esperanza
y me inspire en su bondad.
Alimento los instantes compartidos,
las caricias que nos dimos,
nuestros mimos al andar.
Mientras tanto,
la sonrisa se disipa,
se acumulan los mensajes
e imploramos la piedad.
¡No bajemos nuestras armas,
animemos nuestro andar
y busquemos nuevos retos
para amar!
¡Miraremos desde el alma
la belleza por llegar,
abracemos el planeta en su beldad!
¡Encontremos los senderos,
dibujemos la humildad
que la vida sea un trino a la unidad!
Aimée Granado Oreña ©