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Y surte la espera

Mientras es la luna la fiel centinela

hay brillo en la noche que osada se asoma,

nos trae la fragancia y el más suave aroma

junto a la esperanza que su tez revela.

 

Y surte la espera balsámica brisa

con el manto verde que gentil se ofrece,

acaricia el monte mientras lo enriquece

con el tierno adagio que allí le improvisa.

 

Sublime el arpegio que en la sombra ilusa

desnuda su rostro frente a su lucero,

en tanto aparece la ferviente musa.

 

Goza de esa estrella que exornó  primero,

presume del alma con su gracia infusa

si acaso entre azares se llega al sendero.

 

Aimée Granado Oreña ©