En medio del dolor de este destierro
me obceco, me levanto, no me rindo,
desnudo mi esperanza, me sonrío
y afirmo mi razón: ¡todo mi credo!
Es cierto que el quebranto manifiesto
mas puedo revelar toda mi esencia,
mirar al universo sin miserias
y anclar mi corazón en el sendero,
que juntos bendecimos en silencio
sin sombras de falacias ni reservas.
Es tiempo de vencer los desafíos,
de ver la inmensidad del horizonte
y hacer multiplicar los corazones
en medio de avatares y peligros.
No importa si al mirar en el camino
alguna sombra oscura se interponga,
aquel que persevera es quien derrota
lo falso y lo ladino de este mundo
y busca atesorar entre segundos
la intrépida señal de la victoria.
Aimée Granado Oreña ©