Nos entrega vehemencia sin jactancia,
se conduele con la ausencia que lacera,
no discrepa, ni se aísla: ¡persevera!
para así ponerle fin a la ignorancia.
No responde a la impiedad la tolerancia,
ella sabe del hastío en primavera
y a pesar de la distancia ella se esmera
aceptando tan difícil circunstancia.
Solidaria y bondadosa se entrelaza,
confabula entre quimeras y desvelos
revelando con firmeza la esperanza.
Hoy cincelan filigranas los anhelos,
dejan huellas que ponderan la confianza
enfrentándose al pesar y a sus flagelos.
Aimée Granado Oreña ©