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Cuando sangran las heridas

 

Cuando sangran las heridas

junto al versar del poeta,

confabulan emociones

y laberintos de penas.

Hasta la luna comparte

un adagio de tristeza,

más su brillo le acompaña

en el duelo y su sentencia.  

 

En la musa y sus enigmas,

en el dolor que lacera

guarda la luna el secreto

que  sostuvo la promesa,

de trascender sin engaños,

sin traiciones callejeras,

siempre leal, sin complejos

siendo fiel hasta en la ausencia.

 

Aimée Granado Oreña © 

Gota de Rocío Azul