Sin Tregua

 

 

Y allí empezó sin tregua la amarga despedida

de abismos intrigantes, quebranto y confusión,

vertió el ayer callado su lágrima escondida

tratando desde el alma sanar tanta obsesión.

 

Silencio aquilatado consterna estrepitoso,

visiones y espejismos esculpen el dolor,

estalla lastimero tan frágil y angustioso

buscando en otro cielo la euforia del amor.

 

Impetra sofocante mi verso al embustero,

implora vehemente que cese el desamor

e inspira el fiel testigo crucial del escudero

que estrumpe con su adarga venciendo el estupor.

 

Atávico un anhelo genuino desde el alma

libera su atadura y enfrenta el desafío.

Quizás con el denuedo vital llegue la calma 

que anulen oquedades nefastas del hastío.

 

 

Aimée Granado Oreña ©

Gota de Rocío Azul