Insomnio tú deliras sin tregua por mis vados,
ultrajas espejismos de sueños inconclusos,
en esta mi agonía de noches de calvario
afliges mis esperas de idílicos susurros.
Insomnio tú atormentas quiméricos anhelos,
instantes convulsivos increpan la vigilia,
de nieblas, confusiones, de caos, anarquías
y umbrosas tempestades que marcan el destierro.
Insomnio tú agonizas atado entre visiones
pretéritas y etéreas de sombras desveladas,
permíteme el asilo de azules esperanzas
que impidan holocaustos sedientos de rencores.
Yo sé que me flagelan sin armas entre letras,
que acosan mi nostalgia bravía en el ocaso
de insomnes laberintos, azares y quebrantos,
que infunden desde el alma preclara vehemencia.
Ya ves que en tu delirio tú estrumpes consternado
y azotas la añoranza vital y alucinante,
de utópicos revuelos que imploran el oasis
e impetran palmerales, vergeles y remansos.
Osada la alborada sorprende mis presagios
con notas que deslumbran la audacia peregrina,
constante el pervigilio revela las primicias
en tanto esclarecido se arropa en el descanso.
Aimée Granado Oreña ©
Gota de Rocío Azul
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