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El Puñal de tu Partida

 

 

 

 

¡Y clavas el puñal de tu partida!

¡No mires hacia atrás, yo no estoy sola!

Me guarda la conciencia que no implora

y el vasto rosicler de una caricia.

Lo clavas con pensada alevosía,

lo supe de antemano, aquella hora

del pálido clavel entre las hojas

y el gesto de tu hipócrita sonrisa.

 

Y siento ese dolor que no lastima,

que deja su estupor para la historia,

que habita en la inquietud, entre las sombras

y seca alguna lágrima perdida.

Me guarda la virtud que se anticipa,

que busca renacer sin maniobras,

ni falsos maquillajes, ni deshonras

y así mirar confiada tu partida.

 

Aimée Granado Oreña© 

Gota de Rocío Azul

 

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