La mesura del alba que susurra su arpegio
y el inmenso universo que conduce al amor,
nos transmite la esencia que despierta el anhelo
que eclosiona entre versos mientras besa una flor.
Y besando a la flor se alimenta el deseo,
el que busca elevarse desafiando al rencor,
el que imita el adagio del convite del viento
y el que alcanza las noches en su afán seductor.
Alcanzando las noches se despoja el tintero,
se desliza entre letras anhelante el vigor,
se hace luz en las horas del ocaso travieso
mientras llena vacíos cada intento avizor.
Es sublime el empeño del poeta bohemio
cuando abraza en sus notas la esperanza mayor,
difundiendo la voz que trasciende sin miedo
y que engarza la estirpe de su excelsa labor.
Hoy se labra la historia con las notas del tiempo,
se ha esculpido la adarga que ha vencido al dolor,
quijotesco el poeta se ha lanzado hacia el ruedo
con la tinta del alma mientras besa una flor.
Aimée Granado Oreña©
Gota de Rocío Azul
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